Esta es la frase con la que me he
quedado luego del clásico, es la frase que entona su capitán Sergio Ramos en la
entrevista a pie de campo, la repite un par de veces y se refiere a dos (posibles)
penaltys no pitados por el árbitro a favor del conjunto “Merengue”.
Me
pregunto, ¿Hay cosas contra las que no se pueden luchar?, ¿todo es culpa del
árbitro?, ¿debe ser este el mensaje?, No estoy de acuerdo, cuidado, puedo
entender que te sientas perjudicado por el arbitraje, sin embargo existen más
cosas que podemos controlar que las que no. Entiendo que no se pueda controlar
a un arbitro, ni el clima, ni siquiera el como te puedes encontrar para dicho
partido, pero si entiendo que podemos controlar la alineación, la valentía con
la que asumes un reto, podemos controlar el esfuerzo al que nos sometemos por
lograr una meta sin que eso signifique o garantice el lograrlo, podemos
controlar nuestro comportamiento ante las decisiones de los árbitros y ante las
posibles provocaciones del adversario.
Siento
que todo se desata porque el Madrid perdió, seguramente si hubiese ganado,
serían los “Culés” los que protestarían por el penalty no pitado a Cesc.
Extraño
desde hace tiempo el “mea culpa” de los jugadores y sobre todo de los
entrenadores, no lo entiendo, ¿será que asumir culpas les deteriora el autoestima?,
¿se preocupan acaso de perder autoridad y liderazgo ante sus dirigidos?
No
creo que sea así, hablo como entrenador. Yo cuando asumo los errores ante mis
jugadores (que es casi siempre), encuentro en ellos algo de comprensión y
solidaridad (valores importantes dentro de un equipo), además, si eres sincero,
ellos se involucran y buscan ayudarte para que no vuelvas a cometer los mismos
errores. En resumen, si admito mis errores ante el equipo, la directiva y los
medios, los jugadores por lo general no te pierden el respeto: te lo ganan, no
dejan de creer en ti: creen más, no te tienen desconfianza: Confían más, y
sobre todo entienden y te aceptan como el líder que debes ayudarles a
alcanzar los objetivos colectivos e
individuales que se plantean, te aceptan como el líder que admite los errores
como medio para aprender y así crecer para alcanzar las metas planteadas.
Así
queridos amigos, ellos también asumirán sus responsabilidades, si el entrenador
no las asume ¿Por qué pretendemos que ellos si lo hagan?, debemos ser líderes
en todo momento, lo fácil es serlo cuando todo va bien, lo difícil es serlo
ante la adversidad.
Si
el entrenador no pone excusas por la derrota, los jugadores se habituarán a no
hacerlo y aunque existan aspectos contra los que no se puedan luchar, aprenderán que lo único que debe importar es todo aquello contra lo
que si podemos luchar.